Publicado el 25 noviembre, 2020 por Xavier Surrá
teatro-romano-cadiz

Teatro romano de Cádiz, una visita obligatoria

Cádiz es una de las ciudades con más historia del Viejo Continente, una preciosa villa que ha crecido orientada al Atlántico durante más de tres mil años, funcionando como puerto en muchas ocasiones, generando todo tipo de comercio y afluencia de personas durante toda su historia. Ubicada en el sur de España, siendo de hecho la provincia más meridional de la península, a tan solo unos pocos kilómetros de la costa de Marruecos, Cádiz cuenta en su territorio con pueblos y ciudades de mayor o menor magnitud, pero con un encanto especial en todas ellas. Sus playas son reconocidas en todo el  país, su sierra es visitada por muchos turistas en todas las épocas del año, y ciudades como Algeciras, Cádiz o Jerez de la Frontera suponen núcleos urbanos muy importantes en el sur de Europa.

La propia capital de la provincia, la antigua Gades romana, es una ciudad con más de 3.000 años de historia por la que han pasado buena parte de las civilizaciones que han llegado a Europa. A pesar de su pequeño tamaño, por el que se le conoce como Tacita de Plata, Cádiz se ha convertido en una ciudad con una historia absolutamente fascinante, además de ser una de las principales bazas culturales de toda Andalucía, sacando a la luz artistas en todos los ramos, desde el flamenco al cine, pasando por el Carnaval, una de sus principales señas de identidad, y terminando por la pintura y la escritura. Algo hay de especial en Cádiz, desde luego, y todavía queda mucho por descubrir en una ciudad que tiene ocultos secretos como el Teatro Romano, que hasta hace cuarenta años se mantenía bajo la superficie del barrio del Pópulo, como una joya enterrada a la esperada de que alguien la sacase a la luz.

Historia del teatro romano de Cádiz

teatro-romano-cadiz-2

La información que nos ha llegado sobre la historia antigua del teatro romano de Cádiz procede de algunos de los historiadores más importantes del imperio en aquellos tiempos. Resulta curioso, puesto que para empezar, los historiadores no hablaban demasiado de los edificios ubicados en Hispania, y mucho menos en la Bética, la zona del sur. Sin embargo, sí que hay referencias al teatro romano de Gades, lo que puede suponer una evidencia de su importancia. Se construyó, según Estrabón, a la par que la Neapolis, la ciudad nueva con la que los romanos agrandaron un poco más aquel núcleo urbano. No demasiado, porque el mar no les dejaba avanzar mucho más, pero al menos lo suficiente para llevar a cabo obras tan importantes como la de este espectacular teatro. La construcción del mismo se debe a una rica familia gaditana, los Balbo, que a imitación de Roma, querían dotar a su ciudad de edificios enormes y espectaculares, como también hicieron con el anfiteatro que se encontraría bajo el barrio de Santa María, junto al Pópulo.

Y es que estos edificios no  han sido hallados hasta ahora porque la ciudad ha crecido literalmente sobre ellos, dejándolos sepultados. A finales del siglo III, el edificio del teatro se abandona y es saqueado posteriormente, quedando en desuso. Sus restos fueron visibles hasta el siglo XVI aproximadamente, cuando quedaron prácticamente sepultados. Luego, la historia se comió a aquel teatro, del que todavía se podían localizar algunas galerías, aunque no se sabía a qué edificio pertenecían. Los gaditanos tuvieron que esperar hasta los años 80 para descubrir que poseían en su ciudad el segundo teatro romano más grande de toda Hispania, un orgullo que sin lugar a dudas llevan a gala ahora que el lugar está siendo restaurado y se puede visitar, aunque solo sea en parte, para disfrutar de la magnificencia del edificio.

El teatro romano en la actualidad

El descubrimiento del teatro como tal tuvo lugar en 1980, cuando se realizaban unas excavaciones en el barrio del Pópulo, buscando realmente el castillo de la ciudad, o sus restos. La sorpresa fue mayúscula cuando las galerías y los vomitorios del teatro empezaron a salir a la luz, dándose cuenta los historiadores de que aquello era algo realmente grande. De hecho, el teatro romano de Cádiz es el segundo más grande de toda la Hispania romana, detrás del de Córdoba, y por una diferencia ínfima. Así mismo, es uno de los más antiguos de Europa, solo por detrás del Teatro de Pompeya en Roma. A lo largo de estas cuatro décadas, desde su descubrimiento, se han ido sacando a la luz cada vez más partes del propio teatro, aunque solo se puede acceder actualmente a su galería, a través de uno de los vomitorios que se han restaurado.

Visitar al teatro romano de Cádiz

teatro-romano-cadiz-3

El teatro romano de Cádiz es sin duda una de las visitas más interesantes que podemos organizar cuando estemos en la Tacita, una ciudad pequeña pero que tiene muchísimo que ofrecer. Para los amantes de la Historia, y para todo aquel que, en definitiva, quiera conocer mucho más sobre cómo vivían los romanos en la península, la visita ofrece un recorrido muy interesante. Podremos acceder primero al Centro de Interpretación, ubicado en la Calle Mesón, número 13. Hay nos darán toda la información relativa a la magnífica historia del lugar, y cómo se ha ido restaurando durante los últimos tiempos. Es un primer paso para conocer más de cerca toda la grandeza de este teatro, al que también se puede acceder, desde mismo centro, a través de un vomitorio hacia la galería en la que ya podemos comprobar la enormidad del sitio, su pletea, su orchestra, etc…

Entradas y precio del teatro romano de Cádiz

Las instituciones gaditanas, conscientes de que el hallazgo supone un gran paso adelante para la historia de la ciudad, permiten visitar este teatro romano de manera totalmente libre, sin tener que pagar entrada. La visita además se hace por cuenta propia, aunque a veces también se llevan a cabo visitas guiadas. Al ser la entrada gratuita, el único límite que se pone es el del aforo. El Centro de Interpretación está abierto todos los días del año, salvo algunos festivos, y los primeros lunes de cada mes. Los horarios pueden variar, sobre todo desde invierno a verano, pero normalmente está abierto entre las 10 y las 17 horas, a veces hasta una hora más tarde, otras cerrando una hora antes. Consultar su página web oficial antes de la visita es lo mejor para conocer todos los detalles.